Nuestra Historia
Un Legado en el Corazón de Menorca
La Granja Binigarba es el alma de nuestros quesos y embutidos. Aquí, en un entorno natural privilegiado, cuidamos de nuestros animales y cultivamos la tradición menorquina con pasión y respeto. Binigarba, una granja arraigada en el oeste de Menorca, en el municipio de Ciutadella, se despliega en un entorno de singular belleza e historia. Nos encontramos en el epicentro de una zona rica en monumentos megalíticos, testigos de la época pretalayótica, un legado que se remonta a 1500 años antes de Cristo. La majestuosidad de la «Naveta des Tudons» y «Les Taules de Torretrencada» nos rodea, confiriendo a nuestra tierra un aura de misterio y tradición.

En 1967, Binigarba inició su andadura en la producción de queso, convirtiéndose en pioneros en la elaboración de cuajada en la isla durante más de una década. Lo que comenzó con un modesto rebaño de veinte vacas, hoy se ha transformado en una próspera cabaña de más de ciento cincuenta ejemplares de raza Frisona. Esta raza, reconocida por su excepcional adaptación al terreno y su alta producción de leche de calidad, es la piedra angular de nuestros productos.
La singularidad de nuestra materia prima, combinada con un meticuloso proceso de elaboración artesanal, da como resultado productos de sabor y aroma inigualables. La tradición, la calidad de nuestra materia prima y la experiencia acumulada se fusionan para crear el auténtico Queso Mahón-Menorca de Binigarba.
Nuestra Granja
Donde la Tradición y la Sostenibilidad se Encuentran
Binigarba se extiende a lo largo de 74 hectáreas, donde el 80% de la tierra cultivable se dedica a alimentar a nuestro ganado. Nuestras vacas y cerdos se nutren de los pastos naturales de la finca y de una selección de piensos equilibrados, garantizando su bienestar y la calidad de nuestros productos.
Nuestras instalaciones incluyen una moderna sala de ordeño y un recinto de estabulación libre con colchonetas, diseñado para el confort de nuestras vacas. Además, contamos con una granja de cerdas madre, alimentadas con suero de leche y otros complementos naturales, cuya producción de carne abastece a carnicerías locales y se destina a la elaboración de nuestros embutidos artesanales.
Durante más de treinta y ocho años, Toni y Esperanza, junto con el propietario de la finca, han liderado Binigarba con dedicación y pasión. En 2015, su hija María y Sebastián se unieron a la familia, aportando nuevas energías y conocimientos para continuar la tradición de elaborar quesos y embutidos de calidad excepcional.
La incorporación de tecnología y sistemas informáticos avanzados nos permite monitorear y optimizar la producción láctea, asegurando la máxima calidad de nuestra leche. Un sistema de información alimenticia, que se ajusta a la producción de cada vaca, nos permite obtener el mejor rendimiento y calidad en cada litro de leche.
En Binigarba, la tradición y la innovación se entrelazan para crear productos que son un reflejo de nuestra pasión por Menorca y su rica tradición gastronómica.